martes, 17 de agosto de 2010

Has cambiado mi vida


Estas ahí sentada tan callada


a una distancia mínima de mis brazos


y sin tocarte te miro y me callo,


te contemplo, te observo y te atrapo.


Y sin decir una sola palabra escucho el silencio


que presencia nuestra soledad,


puedo sentir los latidos de tu corazón


y como el aliento fresco que respiras


se aproxima a mi lado, lo exhalo y ambas suspiramos.


Descubro el significado del silencio


y como el clímax es totalmente realizado,


es solo el comienzo de la larga despedida


que es la agonía de no tenerte,


entonces mi corazón se embarga,


pero solo de pensar en el momento


me llena de satisfacción,


y descubro que te amo que el silencio es consejero


de mis noches de desvelo;


porque es así como deslumbras mis pensamientos.


Hablas en tu silencio,


que casi puedo descifrar lo que dices, ¿me amas?


Lo gritas; estas tan asustada


que tienes miedo que te engañen, que jueguen contigo,


no quieres entregarte por que temes sufrir,


y te comprendo, entonces no puedo consolarte,


sufro por tu silencio.


No tengo una palabra exacta


para expresarte la tiranía del ser humano,


de que sean tan malos y crueles con el amor


pero en mi caso es diferente y solo mirarte te respondo ¿lo dudas?


Sin proferir una palabra, un leve acento.



Te amo con todo mi corazón


y es todo lo que tengo por decirte


con un amor tan intrínseco que si no te dijera que te amo


lo sabrías escuchando los latidos de mi corazon;


es por eso que mi silencio junto al tuyo


te dice lo que pienso


“jamás sabremos si amamos


si a quien amamos dejamos escapar”.


Eres mi única esperanza,


mi ilusión más grande es tenerte a ti como mi amada,


porque te amo no para dar espectáculo,


ni tener un acercamiento sexual,


sino porque amo lo que llevas dentro.


Pero como vez aquí estoy yo,



*

*

no se lo que piensas,


solo estoy sentada esperando tu respuesta,


no tengo miedo porque he dejado intacta,


prendada mi ilusión en tus manos


porque mis tiempos están en tus brazos.


Has cambiado mi vida en forma radical,


lo he visto en el brillo de tus ojos,


no te puedo jurar por mi madre,


ni por dios que fue el creador de tu divina presencia,


ni por el cielo, ni las estrellas


ni por los mares mas puros, ni aires mas limpios que te amo,

porque no quiero que mi amor resulte tan cambiable,


o tildes de liviana mi conducta


al considerar perjurar mis promesas,


solamente quiero jurar por tu santo nombre


que es el dios de mi idolatría


y que el intercambio de mis votos de amor


queden sellados en nuestros corazones.


No hay comentarios: