
Tus manos recorren mi piel,
el calor sofocante en
mis entrañas me estremece.
Tus dedos parecen tizones,
su marca ha quedado palpada
en cada centimetro de mí que recorrieron
Sequedad en mi boca,
escalosfríos en mis piernas, me tiemblan
ya no resisto el temor de abrirme a tu deseo
Mis entrañas se estremecen otra vez
apenas sentí tus manos bajo mi falda,
bajo mi blusa el pecho trata de correr fuera.
Tus manos recorren mi piel,
y el calor sofocante en
mis entrañas me estremece.
Con la piel enrrogecida por tu roce
y la boca reseca por tanto deseo
me entrego, te pertenezco.
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